El Secretario de Salud, Jeremy Hunt, debe anunciar que todas las muertes en el hospital, a partir de 2018, serán examinadas por un segundo médico que no estaba relacionado con la atención del fallecido. Esta medida tiene como objetivo mejorar la atención y brindar respuestas a los familiares en duelo.
El examen de un paciente fallecido no será una investigación completa sobre su causa de muerte, ya que la mayoría de las muertes en el hospital son predecibles, pero se utilizará para entrar en detalles de los casos en los que se han planteado preocupaciones. Además, proporcionará más documentación para que los hospitales puedan detectar tendencias en las que ha habido un aumento repentino en el número de muertes por la misma causa, por ejemplo.
The Guardian también ha informado que el Sr. Hunt revelará planes para brindar a los médicos protección legal para hablar sobre los errores en el hospital que han causado daños a los pacientes. Este llamado «deber de franqueza» fue una de las recomendaciones de Sir Francis en su revisión del escándalo del Mid Staffs Hospital. Permitirá al personal ser honesto sobre los incidentes sin temor a repercusiones y, con suerte, mejorará la transparencia en la atención del NHS. Por lo tanto, los médicos que brindan una «segunda mirada» cuando un paciente ha fallecido deben sentirse capaces de señalar los errores que pueden haber provocado o causado la muerte.
Desde la perspectiva de la negligencia clínica, cualquier medida del gobierno para mejorar la seguridad del paciente y permitir que se admitan errores cuando las cosas van mal debe ser bien recibida. Sin embargo, es lamentable que estos cambios no entren en vigor en Inglaterra hasta 2018.
